Desde AGCEX queremos manifestar nuestro malestar y total desacuerdo con la intervención de D. Javier Bravo Arrobas, diputado del grupo parlamentario de VOX, en su comparecencia en la Asamblea de Extremadura el día 27 de marzo de 2025, a colación de la Propuesta de Impulso número 127, que insta a la Junta de Extremadura a sacar la convocatoria de ayudas a la contratación de Gestores y Gestoras Culturales por los municipios, entidades locales menores y mancomunidades de Extremadura.
En primer lugar, queremos entender que sus palabras nacen del desconocimiento absoluto sobre qué es la Cultura, la gestión cultural y la necesidad de la presencia de estos profesionales en la región.
Decir que a las casas de cultura se va a leer el periódico o ver la televisión, es no conocerlas. Extremadura está llena de Casas de Cultura, abiertas y repletas de contenido artístico, formativo y social. Y, donde a diario asisten miles de ciudadanos y ciudadanas para participar de todos estos eventos.
Decir que cada día se cierran teatros es faltar a la verdad, en diez años, de 2015 a 2025, sólo la RED DE TEATROS DE EXTREMADURA ha experimentado un incremento de casi el 50 %, pasando de 29 espacios escénicos a 53, al frente de los cuales se encuentran gestores y gestoras culturales encargados de su programación y mantenimiento.
Preguntarse qué hemos hecho los Gestores/as Culturales en 31 años por el desarrollo y cohesión de Extremadura es, en principio, una falta de respeto total.
Los gestores/as culturales hemos contribuido, efectivamente, a hacer de nuestra Región una sociedad moderna y competitiva en el ámbito cultural, posibilitando con nuestro trabajo que los y las artistas, creadores/as, colectivos, y empresas encuentren interlocutores válidos con las administraciones y el público.
La cultura se hace desde la base.
El trabajo de los gestores y gestoras en estos 31 años se desarrolla a pie de calle, somos los auténticos conocedores de la realidad cultural, de las necesidades, singularidades y la idiosincrasia de cada rincón de nuestra tierra.
Nuestra formación profesional nos capacita para planificar, coordinar, organizar y gestionar proyectos culturales a todos los niveles, desde el evento más pequeño a nivel local, hasta acciones de carácter internacional.
Finalmente, la Gestión Cultural es una profesión tan necesaria como cualquier otra, nace para garantizar y favorecer el acceso de la ciudadanía a la cultura, derecho constitucional que las administraciones están obligadas a promover y tutelar.